Nos suena este nombre, sabemos de su existencia, pero ¿ sabemos exactamente qué son y para qué sirven?
Se trata de unas proteínas que se encuentran en nuestra piel, macromoléculas, componentes esenciales que restaurar las células de la piel , responsables de dar turgencia, estabilidad y elasticidad. Además de tener la capacidad de captar agua hasta 1000 veces por su peso molecular. Forman parte de las membranas celulares, matriz extracelular e interior de las mismas. El paso del tiempo, la contaminación, el estrés, la luz solar, el tabaco entre otras causas hace que estos componentes se desestabilicen: ha llegado el envejecimiento a nuestra piel.
Normalmente vienen en envases en forma de ampolla y pueden usarse de dos maneras diferentes: Como un tratamiento «Flash», para un momento puntual: una comida de empresa, un evento, boda… ya que el efecto tensor e hidratante será inmediato en la zona tratada, o bien como una «Cura» periódica ya que a largo plazo activan la producción de colágeno y ayudan a sintetizar nuestros propios proteoglicanos naturales creando una red de hidratación con estructura sólida.